Industria alimentaria

También en el almacenamiento de alimentos, así como en el comercio, en el transporte y en la gastronomía, Glysofor muestra una eficiencia excepcional en sistemas refrigerantes y en instalaciones de ultracongelado. Para la descongelación de instalaciones y aparatos, Glysofor resulta económico y eficiente.
Los productos Glysofor L, Glysofor F y Glysofor N tienen su base en distintos glicoles y ofrecen, además de unas excelentes propiedades anticongelantes, una protección óptima frente a la corrosión.

En particular, Glysofor L y Glysofor F tienen un grado de toxicidad extremadamente bajo. Fabricados teniendo como base el propilenglicol, ambos productos son inocuos para los alimentos. Según la directiva de clasificación vigente actualmente, ninguno de los dos productos tiene propiedades peligrosas. Esto no se consigue las sustancias modernas populares en la fabricación de alimentos y productos cosméticos y farmacéuticos; el producto Glysofor F contiene exclusivamente aditivos alimenticios que no representan ningún peligro ni en sus componentes puros ni en su formulación preparada. Los concentrados de Glysofor tienen muy buenas propiedades conductoras del calor y el frío. Reducen el punto de congelación del agua a la vez que incrementan el punto de ebullición. Con ello, las soluciones de Glysofor continúan siendo fluidas y operativas en un rango muy amplio de temperaturas. Debido a las propiedades químicas de Glysofor no se da una evaporación autónoma, lo que ofrece una ventaja decisiva frente a productos basados en el alcohol , que además pueden presentar un olor intenso, mientras que Glysofor es lo más inoloro posible. Además, en las soluciones de Glysofor no se da la conocida inflamabilidad que tienen otros productos basados en el alcohol.